Un blog para alguien que cuenta historias  puede ser tentador, pero también confuso. La interacción casi inmediata siempre es atractiva, como una pelirroja en un bar de hotel cinco estrellas. Pero, ¿para qué? No sé. Me dicen que los autores deben de tenerlo. Otros dicen que ha pasado de moda, sin embargo, yo he aprendido a no cuestionar lo que me causa placer, y estar aquí es genial.

Lo que he escrito, lo que estoy escribiendo, lo que quiero escribir, lo que me da miedo escribir, noticias, una historia, lo que leo, ideas, placeres, fragmentos de mis novelas, música, pasiones, dolores y lo que se me vaya acumulando.

En el instante en que a un lector le agrada mi historia, la hace suya, y a la vez crea un canal de comunicación en el que me manda cariño y buena vibra, lo que provoca que siga escribiendo historias, todas para ti.

Gracias por leerme. Que se te crucen mis letras y se enciendan algunas emociones, esa sería mi mayor fortuna como autor.

Gracias por estar aquí. Quizá jamás pare de escribir. Quizá nunca más vuelva a unir dos letras. Lo que es seguro es que tu ahorita estás aquí, y eso es mágico. Si te late algo de lo que lees aquí, sigue el blog, Facebook, Instagram, y  mándame un abrazo o un saludo. Repartamos el amor, capaz que tentamos al destino.