Cuánto daría por ser yo el de esa mesa. Con dos luceros viéndome directo el alma. Con alguien como tú frente a mi, con alguien con ese vestido rojo semi cubriendo sus piernas, y yo añorando que tus piernas me rozaran. Y, yo añorando que esos ojos me vieran como yo los veo a ellos.
Eligieron la esquina para terminar una historia. Siempre las historias de amor de más de siete años tienen que terminar en restaurantes que tengan velas en sus mesas. Él intenta ser una mejor persona, hasta le ofreció dejar de fumar y perder peso. Ella no ofrece sueños, no ofrece explicaciones, simplemente dice que es ella y se acabó; en una mesa de una esquina, con una vela a punto de fundirse.
Kato Gutiérrez © 2014
@mrkato
Imagen cortesía de: http://www.freedigitalphotos.net
me quede picada….que paso para que terminaran? porque lo dejo?
Imagina que pasaste al lado de la mesa, y solo pudiste captar eso. No siempre se sabe todo, a veces con poco es suficiente. Gracias por leerme.
Crudas, frías y calculadoras siempre seran
Y ahí seguiremos tras ellas siempre. Gracias por leerme Sepu.
No te conviene ser el de esa mesa, te estarían terminando.
Mejor aprovecha que ella es ella. También las mesas de las esquinas, con una vela derritiéndose, sirven para iniciar historias…
Hay momentos que quisiera vivir, sin importar si son el final o el principio de una historia. Gracias por leerme y escribirme.
Vivir el momento, soñar despierto……..se siente el amor!
¡Yo quiero vivir despierto! Gracias por seguirme RIL. Abrazo grande.